miércoles, 24 de marzo de 2010

"..les puedo decir que pronto cumplo siete años de tortura"


Supongo q somos varios los q vamos a hablar sobre este tema... Pero me parece necesario, porq así y todo, siendo tanta la gente que habla y opina sobre esto, hay muchos q no sabes que carajo paso el 24 de marzo. Por qué este día es feriado... Es algo molesto, irritante, ridículo y triste, sumamente triste. Yo ya no se que hacer o que decir, para que a la gente le importe, y no hablo solamente de la dictadura, hablo de todo. Hablo de que le importe la ignorancia colectiva que hay actualmente, la incapacidad de preocuparse por un otro. A veces que miro y digo, "No, las cosas no estan tan mal, hay q mirar el vaso medio lleno", y hay otras en las que digo, el vaso esta totalmente vacío... La cabeza de la gente esta vacía y la llenan con una sarta de pelotudeces...
No voy a hablar más por el momento y voy a dejar que hablen las víctimas...

"Fragmentos del libro NUNCA MÁS.- Torturas (es fuerte, es horroroso y si son muy susceptibles no lo lean...)

"Si al salir del cautiverio me hubieran preguntado: ¿te torturaron mucho?, les habría contestado: Sí, los tres meses sin parar."
"Si esa pregunta me la formulan hoy, les puedo decir que pronto cumplo siete años de tortura" (Miguel D'Agostino - Legajo Nº 3901).

En la casi totalidad de las denuncias recibidas por esta Comisión se mencionan actos de tortura. No es casual. La tortura fue un elemento relevante en la metodología empleada. Los Centros Clandestinos de Detención fueron concebidos, entre otras cosas, para poder practicarla impunemente. La existencia y generalización de las prácticas de tortura sobrecoge por la imaginación puesta en juego, por la personalidad de sus ejecutores y de quienes la avalaron y emplearon como medio. Al redactarse este informe existieron dudas en cuanto a la adopción del sistema de exposición más adecuado para este tema con el objeto de evitar que este capitulo se convirtiera en una enciclopedia del horror. No encontramos sin embargo la forma de eludir esta estructura, del relato. Porque en definitiva ¿qué otra cosa sino un inmenso muestrario de las más graves e incalificables; perversiones han sido estos actos, sobre los que gobiernos carentes de legitimidad basaron gran parte de su. dominio sobre toda una nación? Transcribimos el primero de los casos en toda su extensión, por ser prototípico; en él encontramos reflejados los terribles padecimientos físicos y psíquicos de quienes atravesaron este periplo. Lo relatamos de principio a fin, con todas sus implicancias en la personalidad de la víctima a la que se quería destruir. En el resto de los casos mencionados, hemos extraído solamente lo relativo a la modalidad del tormento que se aplicó.
Por último, no ignoramos -y nos conduele- la desgarradora impresión que la cruda exposición que aquí hacemos, producirá en las víctimas y sus familiares, a su vez damnificados. Sabemos del dolor que causa el acabado conocimiento de esta barbarie. El Dr. Norberto Liwsky (Legajo NI 7397) es médico, casado con Hilda Norma Ereñú y padre de dos hijas menores. En 1976, vivía en un Complejo Habitacional del partido de La Matanza, y trabajaba en el dispensario médico allí existente. A raíz de reclamos y movilizaciones de los ocupantes de distintas unidades por la regularización jurídica y constructiva del Complejo Habitacional, el 25 de marzo de 1976 en un operativo nocturno, detienen a la esposa del presidente de la Junta Vecinal. Al día siguiente, fuerzas, uniformadas desvalijaron varios domicilios, entre ellos el dispensario del Dr. Liwsky, secuestrando a Mario Portela, delegado de la Junta Vecinal, quien aparece muerto doce horas más tarde. Dos años después, con motivo de realizarse una misa por la libertad de la Sra. Cirila Benitez, esposa del presidente de la Junta Vecinal, fueron secuestradas varias personas. El 5 de abril de 1978, aproximadamente a las 22 horas, el Dr. Liwsky entraba a su casa en el barrio de Flores, en la Capital Federal:

"En cuanto empecé a introducir la llave en la cerradura de mi departamento me di cuenta de lo que estaba pasando, porque tiraron bruscamente de la puerta hacia adentro y me hicieron trastabillar. Salté hacia atrás, como para poder empezar a escapar. Dos balazos (uno en cada pierna) hicieron abortar mi intento. Sin embargo todavía resistí, violentamente y con todas mis fuerzas, para evitar ser esposado y encapuchado, durante varios minutos. Al mismo tiempo gritaba a voz en cuello que eso era un secuestro y exhortaba a mis vecinos para que avisaran a mi familia. Y también para que impidieran que me Llevaran. Ya reducido y tabicado, el que parecía actuar como jefe me informó que mi esposa y mis dos hijas ya habían sido capturadas y 'chupadas'. Cuando, Llevado por las extremidades, porque no podía desplazarme por las heridas en las piernas, atravesaba la puerta de entrada del edificio, alcancé a apreciar una luz roja intermitente que venia de la calle. Por las voces y órdenes y los ruidos de las puertas del coche, en medio de los gritos de reclamo de mis vecinos, podría afirmar que se trataba de un coche patrullero. Luego de unos minutos, y a posteriori de una discusión acalorada, el patrullero se retiró. Entonces me Llevaron a fuerza y me tiraron en el piso de un auto, posiblemente un Ford Falcon, y comenzó el viaje. Me bajaron del coche en la misma forma en que me habían subido, entre cuatro y, caminando un corto trecho (4 o 5 metros) por un espacio que, por el ruido, era un patio de pedregullo, me arrojaron sobre una mesa. Me ataron de pies y manos a los cuatro Angulos. Ya atado la primera vez que oí fue la de alguien que dijo ser médico y me informó de la gravedad de las hemorragias en las piernas y que, por eso, no intentara ninguna resistencia.
"Luego se presentó otra voz. Dijo ser EL CORONEL. Manifestó que ellos sabían que mi actividad no se vinculaba con el terrorismo o la guerrilla, pero que me iban a torturar por opositor. Porque: 'no había entendido que en el país no existía espacio político para oponerse al gobierno del Proceso de Reorganización Nacional'. Luego agregó: Lo vas a pagar caro... Se acabaron los padrecitos de los pobres!'
Todo fue vertiginoso. Desde que me bajaron del coche hasta que comenzó la primera sesión de picana' pasó menos tiempo que el que estoy tardando en contarlo. "Durante días fui sometido a la picana eléctrica aplicada en encías, tetillas, genitales, abdomen y oídos. Conseguí sin proponérmelo, hacerlos enojar, porque, no sé por que causa, con la 'picana', aunque me hacían gritar, saltar y estremecerme, no consiguieron que me desmayara. "Comenzaron entonces un apaleamiento sistemático y rítmico con varillas de madera en la espalda, los glúteos, las pantorrillas y las plantas de los pies. Al principio el dolor era intenso. Después se hacía insoportable. Por fin se perdía la sensación corporal y se insensibilizaba totalmente la zona apaleada. El dolor, incontenible, reaparecía al rato de cesar con el castigo. Y se acrecentaba al arrancarme la camisa que se había pegado a las llagas, para Llevarme a una nueva 'sesión'. "Esto continuaron haciéndolo por varios días, alternándolo con sesiones de picana. Algunas veces fue simultáneo. "Esta combinación puede ser mortal porque, mientras la 'picana' produce contracciones musculares, el apaleamiento provoca relajación (para defenderse del golpe) del músculo. Y el corazón no siempre resiste el tratamiento. "En los intervalos entre sesiones de tortura me dejaban colgado por los brazos de ganchos fijos en la pared del calabozo en que me tiraban.
"Algunas veces me arrojaron sobre la mesa de tortura y me estiraron atando pies y manos a algún instrumento que no puedo describir porque no lo vi pero que me producía la sensación de que me iban a arrancar cualquier parte del cuerpo. "En algún momento estando boca abajo en la mesa de tortura, sosteniéndome la cabeza fijamente, me sacaron la venda de los ojos y me mostraron un trapo manchado de sangre. Me preguntaron si lo reconocía y, sin esperar mucho la respuesta, que no tenia porque era irreconocible (además de tener muy afectada la vista) me dijeron que era una bombacha de mi mujer. Y nada mis. Como para que sufriera... Me volvieron a vendar y siguieron apaleándome.
"A los diez días del ingreso a ese 'chupadero' Llevaron a mi mujer, Hilda Ora Ereñú, donde yo estaba tirado. La vi muy mal. Su estado físico era deplorable. Sólo nos dejaron dos o tres minutos juntos. En presencia de un torturador. Cuando se la Llevaron pensé (después supe que ambos pensamos) que esa era la última vez que nos velamos. Que era el fin para ambos. A pesar de que me informaron que había sido liberada junto con otras personas, sólo volví a saber de ella cuando, legalizado en la Comisaria de Gregorio de Laferrere, se presentó en la primera visita junto a mis hijas. "También me quemaron, en dos o tres oportunidades, con algún instrumento metálico. Tampoco lo vi, pero la sensación era de que me apoyaban algo duro. No un cigarrillo que se aplasta, sino algo parecido a un clavo calentado al rojo. "Un día me tiraron boca abajo sobre la mesa, me ataron (como siempre) y con toda paciencia comenzaron a despellejarme las plantas de los pies. Supongo, no lo vi porque estaba 'tabicado', que lo hacían con una hojita de afeitar o un bisturí. A veces sentía que rasgaban como si tiraran de la piel (desde el borde de la llaga) con una pinza. Esa vez me desmayé. Y de ahí en más fue muy extraño porque el des mayo se convirtió en algo que me ocurría con pasmosa facilidad. Incluso la vez que, mostrándome otros trapos ensangrentados, me dijeron que eran las bombachitas de mis hijas. Y me preguntaron si quería que las torturaran conmigo o separado. "Desde entonces empecé a sentir que convivía con la muerte. "Cuando no estaba en sesión de tortura alucinaba con ella. A veces despierto y otras en sueños. "Cuando me venían a buscar para una nueva 'sesión' lo hacían gritando y entraban a la celda pateando la puerta y golpeando lo que encontraran. Violentamente. "Por eso, antes de que se acercaran a mi, ya sabía que me tocaba. Por eso, también, vivía pendiente del momento en que se iban a acercar para buscarme. "De todo ese tiempo, el recuerdo más vívido, más aterrorizante, era ese de estar conviviendo con la muerte. Sentía que no podía pensar. Buscaba, desesperadamente, un pensamiento para poder darme cuenta de que estaba vivo. De que no estaba loco. Y, al mismo tiempo, deseaba con todas mis fuerzas que me mataran cuanto antes. "La lucha en mi cerebro era constante. Por un lado: 'recobrar la lucidez y que no me desestructuraran las ideas', y por el otro: 'Que acabaran conmigo de una vez.'
"La sensación era la de que giraba hacia el vacío en un gran cilindro viscoso por el cual me deslizaba sin, poder aferrarme a nada. "Y que un pensamiento, uno solo, seria algo sólido que me permitiría afirmarme y detener la caída hacia la nada. "El recuerdo de todo este tiempo es tan concreto y a la vez tan Intimo que lo siento como si fuera una víscera que existe realmente. "En medio de todo este terror, no se bien cuando, un día me Llevaron al 'quirófano' y, nuevamente, como siempre, después de atarme, empezaron a retorcerme los testículos. No sé si era manualmente o por medio de algún aparato. Nunca sentí un dolor semejante. Era como si me desgarraran todo desde la garganta y el cerebro hacia abajo. Como si garganta, cerebro, estómago y testículos estuvieran unidos por un hilo de nylon y tiraran de él al mismo tiempo que aplastaban todo. El deseo era que consiguieran arrancármelo todo y quedar definitivamente vacío. "Y me desmayaba. "Y sin saber cuándo ni cómo, recuperaba el conocimiento y ya me estaban arrancando de nuevo. Y nuevamente me estaba desmayando.
"Para esta época, desde los 15 ó 18 días a partir de mi secuestro, sufría una insuficiencia renal con retención de orina. Tres meses y medio después, preso en el Penal de Villa Devoto, los médicos de la Cruz Roja Internacional diagnostican una insuficiencia renal aguda grave & origen traumático, que podríamos rastrear en las palizas. "Aproximadamente 25 días después de mi secuestro, por primera vez, después del más absoluto aislamiento, me arrojan en un calabozo en que se encuentra otra persona. Se trataba de un amigo mío, compañero de trabajo en el Dispensario del Complejo Habitacional: el Dr. Francisco García Fernández. "Yo estaba muy estropeado. El me hizo las primeras y precarísimas curaciones, porque yo, en todo este tiempo, no tenía ni noción ni capacidad para procurarme ningún tipo de cuidado ni limpieza.
"Recién unos días después corriéndome el 'tabique' de los ojos, pude apreciar el daño que me habían causado. Antes me había sido imposible, no porque no intentara 'destabicarme' y mirar, sino porque, hasta entonces, tenia la vista muy deteriorada. "Entonces pude apreciarme los testículos..."Recordé que, cuando estudiaba medicina, en el libro de texto, el famosísimo Housay, había una fotografía en la cual un hombre, por el enorme tamaño. o que habían adquirido sus testículos, los Llevaba cargados en una carretilla. El tamaño de los míos era similar a aquél y su color de un azul negruzco intenso. "Otro día me llevaron y, a pesar del tamaño de los testículos, me acostaron una vez: más boca abajo. Me ataron y, sin apuro, desgarrando conscientemente, me violaron introduciéndome en el ano un objeto metálico. Después me aplicaron electricidad por medio de ese objeto, introducido como estaba. No sé describir la sensación de cómo se me quemaba todo por dentro. "La inmersión en la tortura cedió. Aisladamente, dos o tres veces por semana, me, daban alguna paliza. Pero ya no con instrumentos sino, generalmente, puñetazos y patadas. "Con este nuevo régimen, comparativamente terapéutico, empecé a recuperarme físicamente. Había perdido mis de 25 kilos de peso y padecía la insuficiencia renal ya mencionada. "Dos meses antes del secuestro, es decir, por febrero de ese año, padecí un rebrote de una antigua salmonelosis (fiebre tifoidea). "Entre el 20 y 25 de mayo, es decir unos 45 ó 60 días después del secuestro, tuve una recidiva de la salmonelosis asociada a mi quebrantamiento físico."
A la tortura física que se aplicaba desde el primer momento, se agregaba la psicológica (ya mencionada en parte) que continuaba a lo largo de todo el tiempo de cautiverio, aún después de haber cesado los interrogatorios y tormentos corporales. A esto sumaban vejaciones y degradaciones ilimitadas. "El trato habitual de los torturadores y guardias con nosotros era el de considerarnos menos que siervos. Eramos como cosas. Además cosas inútiles. Y molestas. Sus expresiones: 'vos sos bosta'. Desde que te 'chupamos' no sos nada. 'Además ya nadie se acuerda. de vos'. 'No existís'. 'Si alguien te buscara (que no te busca) vos crees que te iban a buscar aquí? 'Nosotros somos todo para vos'. La justicia somos nosotros'. 'Somos Dios'. "Esto dicho machaconamente. Por todos. Todo el tiempo, muchas veces acompañado de un manotazo, zancadilla, trompada o patada. 0 mojarnos la celda, el colchón y la ropa a las 2 de la madrugada. Era invierno. Sin embargo, con el correr de las semanas, había comenzado a identificar voces, nombres (entre ellos: Tiburón, Víbora, Rubio, Panza, Luz, Tete). También movimientos que me fueron afirmando (conjuntamente con la presunción previa por la ruta que podría asegurar que recorrimos) en la opinión de que el sitio de detención tenia las características de una dependencia policial. Sumando los datos (a los que podemos agregar la vecindad de una comisaría, una escuela se oían cantos de niñas también vecina, Ia. proximidad -campanas- de Una iglesia) se puede inferir que se trató de la Brigada de Investigaciones de San Justo. "Entre las personas con las Que compartí el cautiverio, lo se porque oía sus voces y me dijeron sus nombres, aunque en calabozos separados estaban: Aureliano Araujo, Olga Araujo, Abel de León, Amalia Marrone, Atilio Barberan, Jorge Heuman, Raúl Petruch, Norma Ereñú. "El 10 de junio, día de comienzo del Mundial de fútbol, junto con otros seis cautivos detenidos-desaparecidos, fui trasladado en un vehículo tipo camioneta (apilados como bolsas unos arriba de otros) con los ojos vendados a lo que resultó ser la Comisaría de Gregorio de Laferrere. "Actuó en el traslado uno de los mis activos torturadores. También puedo afirmar que fue el que me disparó cuando, me secuestraron. "El trayecto y tiempo empleados corrobora la hipótesis anterior con respecto al Centro Clandestino. "Un dato previo, de suma importancia, después es el de mi participación profesional a partir de 197 1, en la Escuela Piloto de Integración Social de Niños Discapacitados, que había sido creada en 1963. Funcionaba en Hurlingham, partido de. Morón. "Después de permanecer dos meses; en un calabozo de esa Comisaría (una noche me hicieron firmar un papel -con los ojos vendados- que después utilizaron Como primera declaración ante el Consejo de Guerra Estable 1/ 1) el 18 de agosto me Llevaron al Regimiento de Palermo, donde el Juez; de Instrucción. me hace conocer los cargos. Entre ellos figuraba el mencionado anteriormente de mi participación en la Escuela Piloto de Hurlingham. "Allí denuncié todas las violaciones, incluyendo las torturas, el saqueo de mi hogar y la firma del escrito bajo apremio y sin conocerlo".

El Dr. Norberto Liwsky fue conducido al Tribunal Militar -Consejo de Guerra Estable Nº I/I.- Este se declaró incompetente por no tener acusación que dirigirle. Giradas las actuaciones a la Justicia Federal se dicta inmediatamente el sobreseimiento definitivo. Todo el martirio relatado fue soportado por una persona contra la que nadie formuló cargo alguno. "

Este es uno de los relatos, el primero de varios. No voy a poner más, porq tampoco quiero, como dice el libro, que esto se convierta en un capítulo del horror. Sino que se tome conciencia. Q no se olvide el horror que fue, tampoco creo que haya que estar castigandonos a nosotros, o sea, que haya que estar arrodillados sobre arroz, por algo que sucedio cuando nosotros no existíamos, pero sí creo q hay que acordarse, tener memoria, no solo para que no se repita, sino tambien para recordar a esas personas que desaparecieron y fueron torturadas, asesinadas, ultrajadas.

3 comentarios:

  1. El día de memoria en el pais del olvido.

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  2. Concuerdo con Liman, aunque no todo está perdido. Hace falta memoria y, por más que seamos de la generación post-dictadura, como la llaman, no significa que no exista el compromiso ni la conciencia social.

    Ro, me gusta tu blog porque es sincero y fresco.
    Después pasá a ver los comentarios en el post sobre 24 de marzo en el blog "Nueva Babilonia", te dejaron saludos.

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  3. Gracias por pasar por mi blog :)
    Acá siguió un poco la discusión de ayer:
    idiocracia19.blogspot.com
    Te aviso por si te interesa informarte un poco. Igualmente te recomiendo que no comentes nada porque vas a perder tiempo y no vale la pena.

    Hasta luego!

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